MONUMENTO A LUCIFER.
El Ángel caído. |
“La estatua
del Ángel Caído, por lo atrevido de su composición, por su original actitud y
también por la materia en que ha sido fundida, tal vez no produzca todo el
efecto apetecido, encerrada cual está en los estrechos límites de una sala,
mientras que colocada en un sitio público, al aire libre con más espacio y
horizonte, luciría ventajosamente el mérito de tan bella creación, sirviendo al
mismo tiempo de ornato e iniciando de este modo al público en la contemplación
de los buenos modelos del arte plástico que tan poderosamente contribuye a su
cultura”, señaló en su tiempo Soriano.
Madrid es la única
ciudad del mundo que tiene una fuente con la imagen del diablo, según gran
parte de las religiones un ángel caído es un ángel que ha sido expulsado del
cielo por desobedecer o rebelarse contra los mandatos de Dios. ; el ángel caído
más conocido por la historia es Lucifer.
En el Parque del
Retiro, Madrid (España) en el lugar donde estaba situada la antigua Real
Fábrica de Porcelana, denominada popularmente La China, que fue destruida
durante la Guerra de la Independencia., en la confluencia de los tres paseos
asfaltados del Parque del Retiro.
La forma más directa
de llegar hasta ella es entrar por una de las puertas de parque que dan a la
calle de Alfonso XII, muy cerca de la Estación de Atocha, del Jardín Botánico y
del Paseo del Prado, subiendo desde la famosa Cuesta de Moyano, que desemboca
hasta la Puerta del Ángel Caído, desde ella en línea recta llegamos a la
glorieta del mismo nombre y donde se puede disfrutar de esta bella y misteriosa
escultura.
Haciendo oídos
sordos a las protestas de la sociedad madrileña de la época, que estaba
escandalizada ante la idea de levantar un monumento a Satanás, en 1874 y por
iniciativa del duque Fernán Núñez, que donó la cantidad de 11.000 duros se
llevo a cabo este proyecto ; sin que sirvieran de nada las maniobras de los
sectores más reacios a su realización, siendo inaugurada el 23 de octubre de
ese mismo año.
La escultura
principal es del conocido escultor madrileño Ricardo Bellver ,quien en 1874 encontrándose en Roma realizó en yeso el diseño de la escultura para luego presentarla en el concurso del Museo de Bellas Artes en Madrid, concurso del que salió victorioso obteniendo la medalla de
primera clase. La inspiración de Bellver surge de unos versos que aparecen en
El Paraíso Perdido de John Milton “Por su orgullo cae arrojado del cielo con
toda su hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor
sus miradas, y blasfemo las fija en el impíreo, reflejándose en ellas el dolor
mas hondo, las consternación más grande, la soberbia más funesta y el odio más
obstinado“. Y representa la escena de la expulsión del Paraíso, en la aparece
Luzbel desterrado, y encarnando el espíritu del mal que le domina
La obra de Bellver
tiene también otras influencias. Por un lado, la helenística, sobre todo de
Laocoonte y sus hijos, el grupo escultórico griego realizado por Agesandro,
Polidoro y Atenodoro de Rodas que representa la muerte del sacerdote troyano
Laocoonte, el cual fue castigado por los dioses a morir junto a sus hijos
estrangulado por serpientes marinas. Por otro lado, la barroca, en especial de
Bernini, por su composición de líneas diagonales y su expresividad. Y por
último, la romántica, por su sentimiento e intensidad dramática, representada
en Luzbel caído sobre las rocas, con una gran tensión reflejada en su rostro
reforzada por el movimiento de cada uno de sus músculos sometidos a la presión
que ejerce una serpiente en su cuerpo.
Su historia
El Estado adquiere
la escultura por 4.500 pesetas y resuelve enviarla a la Exposición Universal en
París de 1878. Al sólo admitirse en ella esculturas de bronce o mármol, se
decide su fundición en París con un coste de 10.000 pesetas, aunque Bellver
prefería hacerla en Roma. Después de esta Exposición, permanece en la colección
del Museo Nacional (Museo del Prado) hasta que en 1879 se decide exponerla al
aire libre, cediéndose al Ayuntamiento de Madrid que decide instalarla en el
solar de la antigua Fábrica de Porcelanas.
En mayo de 1880, se
le encarga al arquitecto responsable del Ministerio de Fomento, Francisco
Jareño, diseñar un pedestal para El Ángel Caído. Se construye en granito,
bronce y piedra con estructura de fuente y un amplio pilón, inaugurándose
oficialmente en 1885.
El pedestal, con
forma de pirámide truncada y planta octogonal, tiene su base de granito y en
cada uno de sus lados figura una carátula de bronce. Éstas representan a
diablos que agarran con sus manos a lagartos, sierpes y delfines, teniendo cada
una de ellas tres surtidores de agua.
Curiosidades
Desde los años 90,
en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando hay una copia de El Ángel
Caído en resina de poliéster sobre un molde de silicona.
Curiosamente, la
altitud topográfica oficial a la que está situada La Glorieta del Ángel Caído
es de 666 metros sobre el nivel del mar en Alicante. En el libro del
Apocalipsis, 666 es el número que corresponde a un ser humano relacionado con
la Bestia y que hace su aparición en el último tercio de la visión
apocalíptica, aunque hay una gran controversia respecto a si podría ser
realmente el 616, en lugar del 666, la polémica está servida. Sin embargo, en
la época en que se levantó el monumento no había instrumentos que tuvieran la
suficiente precisión para calcular dicha altura con tal exactitud, por lo que
¿es sólo una casualidad la que ha ayudado a esta ” falsa” creencia popular de
que el monumento es una especie de homenaje al diablo o al mal?.
En definitiva, una
escultura desafiante y extrañamente bella, dedicada al “mundo prohibido” ,
objeto de múltiples controversias, por el significado que Lucifer tiene para el
mundo y medio oculta dentro del Parque de El Retiro “envuelta” en una
majestuosa fuente.
“¿Fue el diablo
quien lo motivo a esculpirla? No, el artista sencillamente quería ser único”,
dijo Angel del Río, un historiador que se especializa en Madrid. “Es algo que
se le ocurrió”, afirmó.
La Iglesia nunca
protestó por la existencia de la estatua en Madrid, ya que no exalta al
demonio, sino que es una representación fiel del relato de la Biblia, dijo
Manuel Bru, portavoz del arzobispado de Madrid.
No obstante, la
estatua ha sido ya motivo de controversia en el pasado.
Del Río dijo que en
las décadas de 1940 y 1950 la escultura era el punto de encuentro para rituales
satánicos, e indicó que el gobierno de Franco estudió la posibilidad de
retirarla del parque para que la policía pudiera evitar esos rituales.
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