MISELANEAS.

LA DOMESTICACION DEL PERRO.

ANCESTROS E HISTORIA DE LA DOMESTICACION.

Perro doméstico.

Es posible que en lugar de que el hombre haya domesticado al perro, los perros se hayan domesticado espontáneamente, escogiendo vivir cerca de los hombres para aprovecharse de los restos de su comida.
Los descubrimientos más recientes indican que el perro no es más que una subespecie doméstica del lobo gris. Según la comparación de los mapeos genéticos de ambas especies, hace al menos 14.000 años el hombre consiguió domesticar a ejemplares de lobos; es muy probable que el perro haya sido primer animal domesticado, siendo usado para ayudarle en la caza y defender al grupo y su morada. Poco a poco, al igual que se hizo y se hace con otras especies, se le fue adaptando a las necesidades del hombre creando diferentes razas para las distintas labores y características ambientales y geográficas.
El hombre se dio cuenta rápidamente de los finos sentidos del olfato y el oído que poseía el perro; su olfato es unas mil veces más potente que el nuestro y su oído es capaz de percibir sonidos muy por debajo y por encima del rango que oímos los humanos. Ventaja ésta que aumenta su utilidad para la caza y las labores de guarda. Su utilización como pastor y protector de los rebaños es bastante posterior, yendo pareja a la domesticación y explotación de otros animales. Animal de costumbres sociales, que convive en grupos perfectamente jerarquizados (en ocasiones extremadamente) se adaptó rápidamente a las sociedades humanas.
Los perros son muy valorados por su ayuda en la caza. Los perros enterrados en el cementerio mesolítico de Svaerdborg en Dinamarca muestran que, en la antigua Europa, eran ya una valiosa compañía.
Los perros siempre han acompañado al humano en su proceso a la civilización; su presencia está probada en todas las culturas del mundo, así en Perú en la etapa preincaica, los mochicas los usaban como ayuda de caza y también como mascotas en casa. En el entierro del Señor de Sipán, se encontró dentro de las tumbas restos de un perro que seguramente se usó en la caza, ya que el cráneo tenía perfectamente desarrollados sus molares; el cráneo del perro doméstico carece de ellos o los tiene atrofiados, por el tipo de alimentación que tiene en vida. La percepción del perro por parte del ser humano ha variado y varía según las culturas, en varias etnias americanas anteriores a 1492, tal cual aún ocurre en zonas del Extremo Oriente Asiático los perros eran usados directamente como alimento; en zonas del Oriente Medio el perro ha sido asociado por su aspecto con los chacales (de hecho científicamente se creyó hasta el desarrollo de la genética a fines del siglo XX que los perros comunes de todo el mundo eran descendientes de chacales) y al ser los chacales animales principalmente carroñeros, los perros también han sido considerados impuros en esa zona. Quizás la única especie de perro que no desciende del lobo es el perro fueguino que descendería del culpeo.
Inteligencia

Los perros son comúnmente valorados por su inteligencia.
La inteligencia canina es la habilidad de un perro para aprender, para pensar y para resolver problemas. Los entrenadores de perros, los amos y los investigadores no se ponen de acuerdo en un método para probar la inteligencia canina como existe para los humanos.
Ciertas razas, como "Border Collies" y "Golden Retrievers", son por lo común más fáciles de entrenar respecto a otras como los perros de caza y de trineo. Aunque esta descripción no siempre es estricta y puede tener varias excepciones en el mundo. Aún el perro más introvertido, distraído y flojo puede más fácilmente obedecer al entrenamiento que, por ejemplo, un gato. La habilidad de obedecer y aprender sin embargo no es la única medida de la inteligencia.
Los perros por su naturaleza social entienden la estructura social y las obligaciones y a menudo aprenden rápidamente cómo comportarse con otros miembros del grupo, ya sean perros o humanos. Los perros adultos entrenan a sus cachorros mediante correcciones cuando no se comportan de la forma esperada (ladrando alto, dándoles de comer fuera de tiempo y cosas por el estilo) y los recompensan por comportamientos aceptables (jugando con ellos, alimentándolos, limpiándolos y cosas así).

Los perros también son animales que gustan de guaridas, así que pueden aprender fácilmente comportamientos relacionados a mantener su lugar limpio, relajándose en un área cerrada como es el caso de una jaula temporal para transporte, etc.
Algunas razas han sido continuamente seleccionadas a lo largo de cientos o miles de años por su capacidad de rápido aprendizaje, mientras que en otras razas, esta cualidad ha sido relegada en favor de otras características como son la habilidad de perseguir, cazar o de pelear con otros animales. Sin embargo, la capacidad de aprender obediencia básica -y eventualmente comportamientos complejos- es inherente en todos los perros. Los amos deben ser simplemente más pacientes con algunas razas que con otras.
Algunas personas creen que la habilidad de aprender rápido es un signo de inteligencia; otras creen que es un signo de servidumbre ciega y que la verdadera inteligencia de los perros está en razas tales como el huskie siberiano, que no está particularmente interesado en complacer a sus amos pero si está fascinado con las innumerables posibilidades de escapar a los campos o de atrapar y matar pequeños animales.
Por ejemplo, alguna gente dice que los perros guías, de los que se espera que sean siempre obedientes, no son inteligentes porque no tienen oportunidad de reflexionar sobre nuevas cosas que hacer. Pero deben aprender un número enorme de comandos, entender como comportarse en una gran variedad de situaciones y reconocer riesgos o peligros a su compañero humano, frente a alguno de los cuales nunca se han enfrentado con anterioridad.
Algunas pruebas de inteligencia tienen que ver con la habilidad de un perro de reconocer un vocabulario extenso; otras pruebas tienen que ver con el deseo o la habilidad de responder a diversas situaciones.
Debe señalarse también que en cuanto al comportamiento canino, muchas de las conductas indeseadas (llámese actos violentos o malas costumbres) son exclusivamente una muestra de un entrenamiento o educación irresponsable de parte de sus propios amos.
Salud
Un perro que goce de buena salud puede vivir hasta 20 años, o incluso más, el perro más longevo que se conoce llegó a los 29 años. La longevidad media varía mucho en función de la raza, y oscila entre 8 a 15 años; las razas pequeñas suelen vivir más que las grandes y gigantes. La salud del perro está relacionada con su tipo de vida (alimentación equilibrada, ejercicio físico, educación), sobre todo durante los períodos de mayor vulnerabilidad: crecimiento, gestación, amamantamiento, trabajo, vejez. Un perro grande aumenta el mismo peso en menos de un año que un hombre en 18. Las causas de las enfermedades son múltiples y se deben consultar con un veterinario.
Enfermedades

Ante la sospecha de que el animal se encuentre enfermo hay que acudir al veterinario, especialmente si parece revestir gravedad; en determinadas enfermedades la rapidez con que se acude al veterinario puede ser crucial para la vida del perro.
El perro, al igual que el resto de seres vivos, es susceptible de enfermar; algunas de estas dolencias serán más propias de su especie, incluso con diversa incidencia en razas diferentes, mientras que otras son comunes con las nuestras (cáncer, diabetes, etc.). El perro puede ser una fuente de contagio de determinadas enfermedades para el hombre, aunque la mayoría de ellas no se transmiten entre ambos; por ello, y por la propia salud de nuestra mascota, es muy importante su correcta vacunación y una desparasitación interna y externa regular; con ello, y unos hábitos higiénicos adecuados, tendremos un perro más sano y más fuerte y fuente de numerosas alegrías.
Las enfermedades pueden tener un motivo vírico, bacteriológico, parasitario, genético o varios de ellos a la vez.

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